Entre las aplicaciones de los procesos electrolíticos se encuentran la obtención de metales y la purificación, así como su protección y embellecimiento. También se utilizan estos procesos en la fabricación de pilas y baterías.

OBTENCIÓN DE METALES

Mediante la electrólisis se obtienen diversos metales a partir de sus sales fundidas: sodio, magnesio, berilo, calcio, aluminio, cinc, níquel, etc.

Como ejemplo analizamos la obtención de sodio y cloro a partir de cloruro de sodio fundido. El cloruro de sodio fundido se encuentra en forma de iones Na+ y Cl-, de forma que al colocar una batería entre los electrodos se van a producir los siguientes procesos:

Na+ + 1e   Na

2Cl-   Cl2

 

Electrólisis de NaCl para obtener sodio y cloro.

REFINADO ELECTROLÍTICO

Los metales obtenidos en los procesos de reducción suelen tener impurezas ese es el motivo son sometidos a una purificación. Los metales que son purificados electrolíticamente son: Cu, Ag, Au y Al. El material impuro actúa como ánodo y una muestra de metal puro hace de cátodo. Los dos son sumergidos en una disolución del ión metálico deseado y se hacen circular por ellos corriente eléctrica y los átomos de metal se mueven desde el ánodo al cátodo.

Bauxita: formado por distintos compuestos de aluminio.
De aquí se obtiene el aluminio mediante procesos electroquímicos:

GALVANOSTEGIA

En este proceso se recubre un objeto de metal con una fina capa de metal precioso o de un metal resistente a la corrosión utilizando la electrólisis. Es un caso muy común el plateado que consiste en electrolizar AgNO3 poniendo como ánodo una lámina de plata y como cátodo el objeto que se desea recubrir. El dorado se efectúa sobre objetos de cobre o plata que cátodo. La disolución es de cloruro de oro y el ánodo es una lámina de oro puro.

Recubrimiento de un metal para aumentar su resistencia.

Bañado en oro.