«Que nazca Jesús en nuestros corazones»
NAVIDAD en los cuentos de nuestros alumnos

Dibujo realizado por Iván, 2º EI

Bester conoce la Navidad

Demasiados juguetes para Ana

Dos niños y un Papá Noel

El árbol adoptivo

El belén de nieve

El oso

El rebaño y la estrella

La alegría de los países

La Navidad

La Navidad

La Navidad de Fernando

La rebelión de los duendes

Los colores de Baltasar

Milagro en la ciudad

Un viaje sorprendente

Una Navidad de cuento

¡Viva la Navidad!

 

 

Bester conoce la Navidad

 

Bester es un marciano que vive en Marte, un planeta muy lejano de la Tierra.

Bester tiene 10 años. Los años en Marte no se cuentan como en la Tierra, porque en Marte el mes de diciembre no existe.

Él es un marciano delgado, aunque le gusta comer, pero en Marte los niños no encuentran muchas cosas que les gusten.

En Marte casi todo es de color rojo pero casi nada se parece a una gominola. Bester tiene 10 años, es delgado, es comilón pero no es del todo feliz.

Sus papás que tienen más de 200 años cada uno, le contaron que en el planeta Tierra existe un mes, al final del año, en el que los niños pueden comer los dulces más ricos, más grandes, más deliciosos que uno se puede imaginar.

Dibujo realizado por Raquel S. 1º E. I.

Ese mes, el último del año, los niños celebran la fiesta de Navidad.

Cuando sus papás dijeron esto último, los ojos de Bester se abrieron como nunca, imaginando un viaje a la Tierra a conocer el último mes del año, a celebrar la Navidad.

Cogieron la nave espacial, vieron una luz y la siguieron, era el camino que marcaba Papá Noel y les llevó hasta una casa y en aquella casa Bester y sus padres vieron unos paquetes rojos, azules, verdes, amarillos, de todos los colores. Entraron en la casa muy silenciosos para ver aquellos paquetes. Vieron que había una familia que comía dulces y al verles se asustaron, pero había un niño de la edad de Bester y le ofreció un trozo de turrón y sus papás hicieron lo mismo y prometieron verse todas las Navidades. Cuando regresaron a la nave vieron todos los paquetes que habían visto en la casa.

Desde entonces todas las Navidades se ve en el cielo una nave espacial que viaja a la Tierra para celebrar el último mes del año con sus amigos terrestres.

Autor: Marco, 3º E. P. (2º premio.Categoría C. XXV Concurso de Cuentos Caja de Burgos)

 

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 Demasiados juguetes para Ana

 

Érase una vez una niña que se llamaba Ana.

A Ana le gustaban mucho los juguetes. Tenía muchas ganas de que llegaran los Reyes Magos. Ella iba a pedir una pelota, una cuna, un muñeco y unas cosas más.
Después de unos días los reyes Magos le trajeron los juguetes.
Al día siguiente fue a jugar con sus amigos.

Juan y María habían pedido una bici para los dos. Estaban muy contentos.
Después llegaron Clara y Adrián con un juguete cada uno. Ellos también estaban muy contentos.

Ana vio que sus amigos habían pedido sólo una cosa y pensó que ella había pedido demasiados juguetes y entendió:
- ¡Al año que viene pediré menos cosas y estaré igual de contenta que mis amigos!

Autora: Cira 2º E. P.

Dibujo realizado por Fernando da S. 5º E. P.

 

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Dos niños y un Papá Noel

Érase una vez un niño que se llamaba Pedro y vivía en una casa muy lujosa. Este niño además de tenerlo todo, no compartía nada con nadie, todo lo quería para él.

Cuando se acercaba la Navidad, Pedro escribió una carta a Papá Noel, en la que pedía todo tipo de regalos y cosas para él mismo.

En una lejana aldea vivía Alberto, un niño de ocho años que vivía en una choza donde no existía ni agua corriente.

Lo curioso es que Alberto, siempre estaba sonriente y feliz, compartía con sus hermanos y amigos todas las cosas que tenía.

Dibujo realizado por María S. 1º E. I.

Al acercarse la Navidad, Alberto, escribió una carta a Papá Noel en la que solo pedía dos cosas: un balón de futbol para jugar todos los niños del pueblo y agua corriente en las chozas de su pueblo.

El mismo día Papá Noel recibió las cartas de Pedro y Alberto. Cuando las leyó, Papá Noel puso a Pedro en la lista de los malos y a Alberto en la lista de los buenos.

Llegado el día de Nochebuena, Papá Noel repartió los regalos a todos los niños.

A Alberto además de los regalos que había pedido le dejó una nota que decía:
"Niños como tú son los que dan sentido a la Navidad"

A Pedro le dejó únicamente una nota que decía:
"Pedro, no te dejo ningún regalo, porque ya tienes de todo, piensa que es lo que le falta a tu corazón"

Cuando Pedro recogió su regalo, entendió perfectamente lo que Papá Noel le quería decir.

Desde entonces Pedro dedicó toda su vida a luchar por los demás, llegando a convertirse en misionero.

Cosas de la vida, Pedro se fue a trabajar a la aldea donde vivía Alberto.
Pedro y Alberto llegaron a hacerse muy buenos amigos y con el paso del tiempo hicieron que la aldea fuera la más bonita de toda la zona.
Cuando se acercaba la Navidad, los dos amigos comenzaron a preparar su carta para Papá Noel. Al darse cuenta de que los dos pedían los mismo, decidieron hacerla juntos.
Cuando Papá Noel les llevó sus regalos les dejó una nota que decía:
"El mejor regalo de la Navidad es tener un buen corazón"

Autora: Alba, 4º E. P.

Dibujo realizado por Lara, 3º E. P.

 

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El árbol adoptivo

 

Había una vez, un árbol abandonado y solo en el fondo del profundo bosque. Intentaba pedir ayuda, pero nadie le oía o no sabía hablar o no se le entendía.

Por las noches, lo pasaba muy mal, hacía un frío terrible, él intentaba acurrucarse en los demás árboles pero no le dejaban; más bien le pegaban.

En la llanura había una hermosa casa completamente deshabitada, se paró a pensar y pensó todo lo que podía hacer...Un parque de atracciones, una noria, caballitos, muchos ponis, algodón de azúcar, chocolate...Tanto pensar en dulces, el creía que sus tripas sonaban, pero no, era un ruido extraño que le pareció oir, se paró a escuchar y oyó voces, de niños alegres, canturreando villancicos, risas... porque había llegado la Navidad.
Aquellas personas se dirigían hacia la casa abandonada, pero ya la casa de abandonada nada porque llevaban muchos adornos. Metieron todo adentro, muchas maletas de una en una.

Tenían un montón de frío y la madre les encendió el fuego para que estuviesen todos calentitos.

Todo eso lo observó el árbol desde una esquinita.

Al día siguiente cuando todos estaban bien descansados montaron un gran nacimiento con agua, papel de aluminio, plastilina y objetos preciosos adecuados para la Navidad.

- Y, ¿ el árbol?

- ¡Caramba! nos lo hemos dejado en casa. Hoy tendremos que comer comida ligera y que contenga energía, porque por la tarde iremos en su búsqueda.

Dibujo realizado por Beatriz S. 1º E. P.

 

 

Dibujo realizado por Sara, 6º E. P.

Llegó la tarde, salieron de la casa bien abrigados y se encaminaron hacia el bosque. La madre les tuvo que dar las instrucciones:

- Que esté bien verde y bien hermoso.

Fueron en su búsqueda y ahí le vieron todo verde y luminoso según las instrucciones de la madre, ahora lo que más costaba era cortar el árbol. Llegaron a casa agotados, pero su madre les tenía preparada una calentita sopa de fideos.

El árbol estaba encantado, pero ahora era aún mejor: quedaba adornarle. El sabía que iban a dejarle guapísimo y por la noche cuando encendieran las luces estaría aún mejor.

Una vez que transcurrió la Navidad, y la familia disfrutó de esos días en la casa del bosque, tuvieron que volver a la ciudad. Decidieron llevarse el árbol con ellos. Lo plantaron en el jardín de su casa urbana y pasó con ellos veranos, primaveras y otoños hasta que lo trasladaron a una fábrica de madera.

Autora: Inés, 5º E. P.

 

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El Belén de nieve

 

En una casa lejana, al lado de las montañas, siempre que nevaba en Navidad hacían el belén. Como eran pobres lo hacían con nieve y a las niñas las hacía mucha ilusión.

Un año en Navidad no nevó y las niñas estaban muy tristes porque no podían hacer el belén. Sus padres les dijeron que no pasaba nada, otro año podrían hacerlo con mucha más nieve. Cuando estaban jugando, una nube se acercó y les dijo:

- ¿Por qué estáis tan tristes?

- Esta Navidad no hemos podido hacer el belén porque no se acercó ninguna nube con nieve.

- Por eso no os preocupéis, mañana cuando os despertéis estará todo cubierto de blanco.

- ¿Para qué queremos ahora la nieve si ya no es Navidad?

- Lo podéis guardar en el congelador y así el año que no nieve podéis hacer el belén.

Dibujo realizado por Alejandra V. 1º E. P.

Las niñas dieron las gracias a la nube, cuando entraron a su casa, sus padres les dijeron que por qué estaban contentas , pero como las niñas estaban tan contentas no escucharon a sus padres, porque querían subir corriendo a su habitación para irse a la cama. Se despertaron y se quedaron sorprendidas porque sus padres estaban haciendo el belén con muchas amigas y sus padres les dijeron que no tenían que ir al colegio porque las profesoras pensaban que era Navidad de la nieve que había.

El sol no se había dado cuenta que no era la hora de salir, pero él como es tan despistado salió y toda la nieve y los belenes se derritieron. Todo el trabajo de sus padres no servía para nada.

Los padres contaron a sus amigos que para la próxima Navidad, no les pasara igual, ya que sus hijas habían hablado con su amiga la nube y les ha proporcionado nieve para congelar y así guardar para la próxima Navidad.

Dibujo realizado por Laura L. 5º E. P.

Fueron pasando los días y por fin llegó el día tan esperado ¡Yupi! Por fin vuelve otra vez la Navidad.

La nube se volvió a acercar a las niñas y les dijo:

- ¿Qué os parece si nos reunimos para hacer vuestro belén?

- ¡Vale! ¿Nos darás nieve?

- Claro que sí, mañana cuando os levantéis tendréis toda la nieve necesaria para construir vuestro belén.

A la mañana siguiente así fue, todas las montañas estaban cubiertas de nieve y las niñas con sus padres y amigos hicieron el belén más grande que nunca habían imaginado.

Vinieron sus familiares a pasar las Navidades con ellos y también pudieron disfrutar del fantástico belén de nieve que les duró casi dos semanas, ya que la nube también colaboró en la conservación del belén pidiéndole al sol que no saliese a calentar, sino que sólo proporcionase luz para que así pudiesen disfrutar bien abrigados con gorros, bufanda, abrigo y unos guantes, durante toda la Navidad de su precioso belén.

Fueron unas Navidades inolvidables para todos.

Autora: Andrea S. 5º E. P.

 

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El oso

Ya era diciembre y estaba cerca la Navidad. Todas las tiendas se llenaban de luces, belenes, turrones...En la ciudad había una tienda muy grande de juguetes y en el escaparate miles y miles de juguetes y viendo el escaparate miles y miles de niños y entre ellos siempre estaba Pedro.

Pedro era un niño de 6 años al que le gustaba mucho un oso del escaparate, aunque no sabia por qué.
Cuando se quedaba mirándolo pensaba:

- Tampoco es muy bonito, pero...me gusta.

Y el osito desde el otro lado sonreía.

Todos los días se paraba allí y veía cómo iban cambiando los juguetes, pero el osito seguía ahí, en la misma esquina de siempre y Pedro empezó a notar que el osito estaba cada día más triste, ya no sonreía como antes.

Una tarde de paseo, pasaban por la juguetería y Pedro se fue a ver el escaparate, los padres de Pedro se asustaron, porque no le veían, pero enseguida le encontraron pegado al escaparate. Su madre dijo:

- Pedro, vamos, hijo.

- Mamá, mamá, quiero ese osito

- Sí, hijo, vamos, otro día.

Pedro empezó a caminar despacio y mirando hacia atrás le pareció que el osito iba a llorar.
Otro día se paró con su tío a mirar los juguetes y Pedro dijo:

- Tío, quiero ese osito.
- ¿Quieres un regalo?, pues ven
- Pero yo quiero ese oso - insistía Pedro.


Dibujo realizado por Susana, 1º E. P.

Y de la tienda salieron con un coche teledirigido, pero que no era el oso.
Al llegar a casa el niño ni abrió el paquete. Cenó, se lavó los dientes, se metió en la cama. No podía dormir, sólo pensaba en el osito. De repente, se acordó de los Reyes Magos ¡todavía no he escrito la carta! Este año pediré el osito.

Lo primero que hizo al levantarse fue escribir una carta para echarla al buzón. Después de unos días pasó por el escaparate y vio que el oso ya no estaba, al principio se puso triste pero luego pensó:
- Ya han pasado por aquí los reyes y tienen el osito.

Este año los papás habían pensado llevar a los niños a ver a los Reyes en persona y así Pedro y sus hermanos pedirían sus regalos. Cuando le tocó el turno a Pedro estaba un poco nervioso y sólo puedo decir:
- Yo quiero, yo quiero, bueno lo que tenéis vosotros tres. Y salió corriendo.
Gaspar miró a los dos Reyes y se preguntaron
- ¿Qué tendremos nosotros tres?
- ¡La corona!

Dibujo realizado por Fernando, 3º E. I.

Se fueron corriendo a buscar una en la juguetería. Pero no había ninguna, al salir por la puerta Melchor se paró y ¡mirad un osito con corona!

Por la mañana el día 6 todos madrugaron mucho, Pedro estaba muy nervioso, abrió su regalo y le abrazó muy fuerte y una vocecita dijo:

- Gracias por quererme.

Autora: Ana E. 3º E. P.

 

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EL rebaño y la estrella

 

Un pastor estaba con sus ovejas en un monte muy nevado, no podía avanzar por la gran cantidad de nieve que casi cubría a sus ovejas. Se estaba haciendo de noche y el pastor tenía miedo, de pronto vio en el cielo una luz muy resplandeciente, se asustó, llamó a sus ovejas y a su perro para que estuvieran juntos. La luz se paró sobre ellos, entonces vieron que se trataba de una gran estrella con una luz muy intensa, que desprendía mucho calor.

El pastor y sus ovejas tenían mucho miedo y se acurrucaron, hasta que vieron que la nieve se empezaba a derretir formando un estrecho camino, se levantaron y siguieron el camino, parecía que era de día porque la estrella brillaba y daba mucha luz.

Por el camino encontraron un lobo, el pastor temió por sus ovejas, pero el lobo se unió a ellos sin hacer daño al rebaño.

A lo lejos vieron una pequeña luz, cuando se acercaron comprobaron que era una pequeña cabaña, el pastor llamó a la puerta y había tres hombres frente a una chimenea.
Estaban muy tristes y el pastor les preguntó:

- ¿Quién sois y por qué estáis aquí?

- Somos Melchor, Gaspar y Baltasar. Nos hemos perdido y estamos muy preocupados porque tenemos mucho trabajo y nuestros camellos no pueden caminar con tanta nieve.

Dibujo realizado por Alberto,3º E. I.

Dibujo realizado por Antonio, 3º E. P.

El pastor les explicó lo que le había ocurrido. Baltasar se asomó a la ventana y vio la gran estrella, dio un salto de alegría y los otros dos hombres salieron corriendo a la calle. Todos vieron como se iba deshaciendo la nieve, cogieron sus capas, montaron en sus camellos y empezaron a caminar guiados por la estrella.

El pastor y el rebaño les siguieron, pero el pastor no entendía nada y preguntó:

- ¿Por qué tenéis tanta prisa?

- Hoy es día 5 de enero y esta noche tenemos que repartir muchos regalos a todos los niños del mundo.

El pastor no se lo podía creer ¡estaba con los Reyes Magos! ¡Y él no había creído en ellos!

Muy emocionado les preguntó si podía ayudarles, ellos como necesitaban ayuda le respondieron que sí.

Miraron hacia la estrella para pedirla que les iluminara para llegar a la fábrica de los regalos.

El camino era largo y las ovejas estaban muy cansadas, pero el lobo y el perro las ayudaban a caminar.

De repente la estrella avanzó más rápido y se detuvo a lo lejos, iluminando a una casa muy grande, cuando llegaron vieron que se trataba de la fábrica de regalos.
Al entrar casi no cabían por la gran cantidad de regalos, les había de todos los tamaños y de todos los colores. El pastor asombrado preguntó:

- ¿Qué puede haber dentro de tantos paquetes?

- Los paquetes grandes de color rojo, verde, azul y amarillo contienen AMOR - dijo Melchor.

- Los paquetes pequeños de color violeta, rosa y naranja son de PAZ - dijo Gaspar.

- Los medianos de todos los colores tienen ALEGRÍA y FELICIDAD para todo el mundo -continuó Baltasar.

Ese año hubo los mejores regalos de Navidad.

Autora: Rosana, 5º E. P.

 

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La alegría de los países

Cuando Jesús nació en una casa de madera, en una fuente de pino, en la calle hacía 20º bajo cero. Dentro de la casa no se estaba mal.

José y María, habían encendido la estufa de la esquina, que daba luz y calor.

La casa estaba situada entre un gran bosque y una alta montaña. La montaña era la más alta de un valle muy bonito y fresco.

Cerca de la casa había una granja de vacas lecheras. María era especialista en hacer chocolate, pues Dios les había entregado esa planta con la condición de no revelar el secreto.

Los pastorcillos hicieron miel, conejo y cencerros.

Unos días después de nacer Jesús acudieron a la casa los tres Reyes Magos, para conocerle y presentarse al Hijo de Dios.

Dibujo realizado por Rubén, 4º E. P.

El primero venía de Europa, traía dinero y oro para que el Niño tuviera buena educación.

El segundo procedía de un país musulmán, traía semillas para cuidar al Niño, dijo que su país estaba en guerra y las semillas le daban fuerza para acabar con ellas. Traía esas plantas y los deseos de su pueblo para que alguien les ayudara a acabar con esa guerra interminable.

El tercero traía una carta en la que relataba que cada día morían muchos adultos y niños de hambre, enfermedades y guerras, aunque sus habitantes fueran buenos y trabajadores y no supieran de su venida.

Años después, Jesús se puso en marcha, educado con el dinero que le dejó el primer Rey, se llevó unas semillas para su camino.

Cuando llegó al país musulmán se puso frente a las armas diciendo que era Hijo de Dios.
Los soldados prometieron abandonar las armas.

El dinero que no gastaron en armas lo invirtieron en formación, educación, en investigar enfermedades y en dar de comer a las personas hambrientas de los países del tercer Rey.

Al oír eso los tres Reyes se alegraron y por eso nos contagian la ilusión y la alegría en Navidad.

Autor: Fernando da S. 5º E. P.

 

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La Navidad


 

Érase una vez una noche fría, llena de luz de la luna, donde las estrellas brillaban muy alto y permitían ver una extensa capa de nieve que cubría el suelo por completo.

Entre la nieve pude ver desde la ventana de mi casa unos cachorrillos que tenían mucho frío amontonados al lado de su mamá.

Mientras tanto yo en mi casita bien calentito me disponía a cantar con mis hermanos y pensaba en todos aquellos niños que como esos perritos que había visto por la ventana estarían pasando el mismo frío.

Entonces les dije a mis padres:

- La Navidad es un tiempo de alegría porque Dios nace en nosotros y también en todos aquellos niños en los que yo he estado pensando, como no sabemos donde están esos niños, bajemos a la calle donde están esos cachorrillos y les damos un poco de leche calentita para que no tengan frío.

Todos me miraron asombrados y mamá se levantó y me dijo:

- Álvaro llevas razón, los niños que tienen frío muy lejos están pero esos cachorrillos ahí al lado están y les podemos ayudar y recuerda siempre que los que más ayuda necesitan son los que más cerca están.

Autor: Alvaro A. 2º E. P.

 

Dibujo realizado por Sofía S. 2º E. I.

 

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La Navidad


Dibujo realizado por Teresa, 5º E. P.

Érase un día cercano a la Nochebuena, cuando en el patio del colegio de Jesús María se encontraban Elena y Ana.
Ana vio que Elena estaba tan triste como ella y se acercó a preguntarle:
- ¿Qué te pasa? Parece que estás triste.
Elena dijo:
- Mi abuelo está en el hospital y no podrá estar con mi familia en Nochebuena.
- ¡Oh! Lo siento mucho- dijo Ana. Mi papá tampoco estará en Nochebuena porque tiene que trabajar.

Las dos niñas se quedaron pensativas y después de un rato tuvieron una gran idea: "escribirían tres cartas"

Una carta la enviarían al director del hospital pidiéndole que llevaran a su abuelo con una ambulancia hasta casa en Nochebuena y Navidad, prometiendo Elena que cuidaría mucho de él.

Otra carta al jefe del papá de Ana para que le diera el día libre de Nochebuena.

La última carta la escondieron entre el musgo del portal de Belén del colegio pidiendo al Niño Jesús que les ayudara a cumplir sus deseos.
Y tal como lo pidieron ocurrió.
A las doce de la noche del día 24 de diciembre las dos amigas se llamaron por teléfono para comunicarse la noticia de que su deseo se había cumplido.
Ana y Elena dieron las gracias a Jesús.

Autora: Carla, 2º E. P.

 

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La Navidad de Fernando

Dibujo realizado por Eloy, 1º E. P.

Había una vez un niño que se llamaba Fernando.

Fernando no sabía qué era la Navidad y decidió enterarse. Preguntó a su mamá pero estaba muy ocupada con su trabajo. Preguntó también a su papá, a su abuelo, a su abuela, a su hermano, pero nadie podía contestarle porque todos estaban muy ocupados preparando las comidas, los adornos y los regalos de Navidad.

Entonces, Fernando pidió permiso a su mamá para ir a casa de su amigo Álvaro y su mamá le dejó.
Fernando y Álvaro, que tampoco sabía qué era la Navidad, decidieron entre los dos investigar.

Se fueron a la biblioteca municipal con la mamá de Álvaro.

Allí el bibliotecario les dejó un libro sobre la Navidad.

Los dos amigos se sentaron alrededor de una mesa y empezaron a leer.

En el libro se explicaba que la Navidad es una fiesta por el Nacimiento de Jesús el Salvador.

Eso explicaba la alegría, los adornos y los regalos de los Reyes Magos.

Fernando y Álvaro se fueron a sus casas y celebraron muy contentos la Navidad

Autor: Gonzalo, 2º E. P.

 

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La rebelión de los duendes

Érase una vez un duende que se llamaba Snorkel y que vivía en el Polo Norte.

Snorkel fabricaba juguetes en el taller de Papá Noel y, estaba cansado de su trabajo después de doscientos años haciendo pelotas de plástico y peluches amorosos.

Su amigo Kisgel se encargaba de los relojes y las bicicletas, y Pandaro revisaba las cartas de los niños de todo el mundo. Triski fabricaba ropa y vigilaba que el traje de terciopelo rojo del jefe nunca le faltara un botón. El trabajo de Lupin era muy importante porque cada 24 de diciembre acompañaba a Papá Noel en su viaje en trineo para repartir regalos a los niños.

Todos los duendes del taller estaban hartos de su trabajo, de hacer cada año exactamente lo mismo.

Sus oficinas eran muy pequeñas, y lo único que oían durante todo el día era la voz del jefe que les decía que si no se daban prisa, los regalos no estarían listos a tiempo.

Dibujo realizado por Virginia, 1º E. I.

Dibujo realizado por Jimena D. 1º E. P.

Snorkel, Kisgel, Pandaro, Triski y Lupin nunca podían descansar y estaban tan aburridos que decidieron poner en marcha "La Rebelión de los Duendes". Enseguida se pusieron manos a la obra y fabricaron los juguetes más raros que se habían visto jamás.

Los niños empezaron a recibir pelotas triangulares con las que no podían jugar, peluches que ya no eran suaves porque estaban hechos de papel de lija, bicicletas que rodaban por las paredes, relojes que daban la hora al revés y ropa que se disolvía cuando la metían en la lavadora.

Los padres no comprendían nada, y mandaron millones de cartas de reclamación a Papá Noel. Papá Noel fue al taller de juguetes para ver qué pasaba. Los duendes le explicaron que no se habían vueltos locos, pero que no querían trabajar tanto ni en unas oficinas tan horribles y pequeñas. Entonces Papá Noel pensó que lo mejor sería darle un nuevo aire a su fábrica de juguetes.

Las nuevas oficinas eran mucho más grandes y las paredes eran de colores. Tenían altavoces por los que sonaban villancicos todo el rato y lo mejor de todo fue que Papá Noel les prestaba su trineo para jugar con sus renos voladores. Y cada Navidad le tocaba uno acompañar a Papá Noel para ver qué contentos se ponían los niños al ver los juguetes que habían fabricado.

Autora: Isabel R. 3º E. P. (Acc.Categoría C. XXV Concurso de Cuentos Caja de Burgos)

 

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Los colores de Baltasar



Hace muchos, muchos años, en un lugar de África,vivía un pequeño rey llamado Baltasar.

Baltasar desde pequeño siempre había creido que era diferente por el color de su piel.

Nunca le había importado ser diferente, hasta que un día vio la estrella en el cielo que le anunciaba que había nacido Jesús.

 

Dibujo realizado por Carla M. 3º E I.

Baltasar se puso muy triste, quería hacerle un regalo a Jesús y creía que su regalo tenía que ser negro como el color de su piel.

Cogió su camello y se marchó a Belén.

Baltasar, vio que Melchor y Gaspar eran de piel blanca cuando se encontró con ellos en el camino de Belén.

Llegaron los tres al pesebre, y vieron al Niño.

Los Reyes dieron sus regalos al Niño pero Baltasar dejó su regalo a los pies de Jesús.

De repente el cofre se iluminó, Jesús lo tocó con sus pequeños pies y el cofre se abrió y de la mirra salieron un montón de luces de colores que iluminaron el portal.

Baltasar se llenó de alegría, entonces se dio cuenta de que no importa el color de la piel, lo importante son
los colores que llenan el corazón.

Autora: Carmen, 2º E. P. (Acc.Categoría B. XXV Concurso de Cuentos Caja de Burgos)

 

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Milagro en la ciudad



Dibujo realizado por Beatriz L. 4º E. P.

Se acercaba la Navidad y todo el mundo esperaba con ilusión su llegada, pero según iban pasando los días la gente de la ciudad notaba algo extraño. No sabían que era, pero les hacía sentirse tristes, sin ilusión.

Fueron pasando los días, y el espíritu navideño de otros años parecía que hubiera desaparecido, no sabían que ocurría y no se hablaba de otra cosa en toda la ciudad. No sabían como hacerlo pero tenían que recuperar el espíritu navideño, averiguar que es lo que ocurría.

Entonces se pusieron a pensar, los niños no hacían nada más que mirar por toda la ciudad para descubrir porque estaba todo tan triste. Se dieron cuenta de que todo estaba oscuro, que no había casi luz, excepto las que desprendían los escaparates de las tiendas y que lo que faltaba era la iluminación navideña de toda la ciudad.

 

Al día siguiente todo el mundo comentaba lo mismo, se habían olvidado de las luces de Navidad de toda la ciudad, pero como si de un milagro se tratara cuando anocheció comenzó a nevar y toda la gente salió de sus casas para ver la nieve, porque hacía tiempo que no nevaba y vieron que la ciudad estaba más bonita que nunca, tenía un resplandor especial y se respiraba un ambiente de Paz, Amor y Felicidad que nunca antes se había visto entre la gente de la ciudad.

Autora: Andrea, 4º E. P.

 

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Un viaje sorprendente

 

En un lugar, no muy lejano y no muy cerca, estaban jugando dos niños, se llamaban Juan y Claudia. Habían quedado como siempre a orillas del lago Milo. Allí hablaban de lo que hacían en casa y en el colegio. Iban a diferentes lugares, pero ese día sentían algo especial. Era Navidad y todo el mundo estaba loco preparando el belén, el árbol y todas las cosas típicas de ese tiempo. Claudia y Juan no soportaban esa tensión, así que estuvieron jugando un rato y luego Juan dijo:

- Me aburro ¿por qué no vienes tú a mi casa o yo a la tuya?

- Es imposible ya sabes que estarán haciendo todas estas cosas que me sacan de quicio. Además nuestros hermanos pequeños empezarán a decir que si somos novios o si nos vamos a casar pronto.

Y tenían razón, sus hermanos siempre intentaban molestarles, eso que tenían seis años de diferencia.
Juan iba diciendo que se aburría. Pero, de repente vio un libro, era muy viejo y parecía muy gastado y manoseado. Se acercaron y leyeron: "cuida de este tesoro". Se miraron ¿Cómo un libro podía ser un tesoro?

Dibujo realizado por Elena, 1º E. P.

Dibujo realizado por Gema, 4º E. P.

Empezaron a dudar sobre ojearlo o no. Al final, Claudia se decidió a abrirlo. En él ponía: Si un secreto sabes guardar escucha atentamente lo siguiente:

Entra en este libro, un tesoro encontrarás. Te lo digo de verdad. Un misterio está a tu alcance y mensaje a descifrar si lo lees atentamente lo sabrás averiguar. Porque no sólo guardo cuento, sino un viaje a la verdad. Tú pide lo que quieras, que lo sabes tratar,, él te ayudará. Si no lo tratas bien en el infierno tu vida estará. ¿Qué quieres escoger?

Los niños se miraron, en sus cabezas había una pregunta ¿qué significa ese texto?

Juan, sin miedo, empezó a abrir el libro, estaba todo en blanco, ¡ni una sola palabra estaba escrita! Claudia dijo que se lo llevaba a su casa, mañana que era 24 lo traería.
Se fueron a dormir y Claudia guardó el libro debajo de la cama. Se durmió pensando ¿qué podría hacerles aquel libro tan misterioso?

A la mañana siguiente Claudia se levantó temprano. Se fue a desayunar, y cuando terminó subió a su cuarto y sacó el libro. Se llevó una gran sorpresa ¡En el libro había letras! Empezó a vestirse y llamó a Juan para decirle que lo esperaba en el parque. Salió como un bólido de su casa y encontró a Juan esperándola allí. Cuando llegó a donde estaba Juan le explicó lo del libro. Estaba tan nerviosa que daba saltitos de vez en cuando. Nada más terminar le abrieron y empezaron a leerle ¡Que desilusión! Estaba en otro idioma. Claudia no se dio por vencida. Pasó hojas hasta llegar a un dibujo. Era un pesebre con una mujer, un hombre, un niño, una mula y un buey. Lo tocaron. Sucedió muy deprisa, llegaron allí. Tenían miedo, pero la mujer les dijo que no pasaba nada. Les dijo que era María, José y el Niño Jesús. Juan tuvo que sujetar a Claudia que se desmayaba.
¡Habían llegado al Nacimiento de Jesús! La Virgen empezó a hablarles. Les conocía, les decía que trataran bien el libro y también que prepararan la Navidad con ilusión. Que ese día era muy especial y había que estar en familia.

Cuando regresaron así lo hicieron y tuvieron mucho cuidado con el libro. No todos los días se encuentran libros así.

Autora: Esther, 5º E. P.

 

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Una Navidad de Cuento

 

 

Dibujo realizado por Mario, 3º E. P.

 

En un lugar muy lejano había una ciudad donde sólo vivían personajes de cuentos.

Faltaban tres días para que llegara la Navidad.

Estaban todos muy contentos, Blancanieves y los siete enanitos preparaban manzanas asadas para llevar al Niño Jesús.

La bella Durmiente y el Príncipe Felipe hacían un jersey con la rueca que tenían en su palacio.

Peter Pan y Campanilla le preparaban un frasquito de polvos mágicos.

La Sirenita con Sebastián y Flounder le llevarán una ostra con su perla.

La Bella y la Bestia le llevan la rosa mágica.

Dumbo le lleva la pluma con que aprendió a volar.

Aladín y Jazmín le regalan su alfombra mágica.

Cenicienta le regala su zapato de cristal, y sus amigos los ratones le llevan un queso.

El Gato con botas le regala sus botas.

Yane y Tarzan le llevan las mejores frutas de la selva.

Mulán le regala a su grillo de la suerte llamado Criki.

Caperucita le regala su cesta repleta de pasteles y miel.

El Niños Jesús se puso muy contento al verlos allí, y no paró de jugar con todos sus amiguitos y sus regalos.

Al atardecer llegaron los Magos de Oriente.

La estrella de Belén iluminó todo el Portal, y cuando los Reyes Magos abrieron sus cofres sacaron todos los cuentos cuyos personajes habían ido a adorar al Niño Jesús.

Autora: Sofía, 2º E. P.

(2º premio.Categoría B. XXV Concurso de Cuentos Caja de Burgos)

 

 

Dibujo realizado por Rafael, 6º E. P.

 

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¡Viva la Navidad!

Esta es la historia de un señor llamado Florencio. Era serio, antipático y muy gruñón.

Florencio se pasaba casi todo el día escribiendo con su ayudante llamado Heliodoro, que era un padre de familia numerosa y tenía que trabajar el doble de horas para poder dar de comer a su familia numerosa.

Las navidades se aproximaban y el señor Florencio se ponía furioso y de muy mal humor.

Florencio dijo:

- Malditas Navidades, todo el mundo está feliz y contento, hasta mis dos ratoncitos se ponen alegres.

Llegó el día de Nochebuena y toda la gente se iba a sus casas a cenar.
Heliodoro le dijo:

- ¡Feliz Navidad, señor Florencio!

- Paparruchas, paparruchas, ¡Qué bobada tan grande!- decía el señor Florencio.

Dibujo realizado por Berta, 6º EP

Dibujo realizado por Inés, 2º E. I.


El señor Florencio se fue solo a su casa y se tumbó en el sofá.
Como no celebraba la Navidad se quedó dormido en el sofá de su casa y soñó que el Espíritu de la Navidad entró en su casa y el explicó toda su horrorosa infancia.

El Espíritu de la Navidad le dijo:

- Mira Florencio, te voy a enseñar tu infancia.

Y le enseñó que había estado toda su vida en un orfanato, sin padres, sin amigos y sin hermanos. Siempre limpiando y trabajando.

Cuando Florencio se despertó algo raro le sucedió, veía las cosas de diferente manera y se dio cuenta de lo importante que era la Navidad y de lo malo y arisco que era con la gente.

Al día siguiente su vida cambió.
Se fue al trabajo, al señor Heliodoro le dijo que le iba a subir el sueldo y que iba a trabajar menos horas para que pudiera pasar la Navidad con su familia.

Desde entonces fue una persona amable y buena.

Autor: Rubén, 4º E. P.

 

Cuentos de Navidad 2004

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