Trabalenguas

 
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Parra tenía un perro.

Guerra tenía una parra.

El perro de Parra subió a la parra de Guerra.

Guerra pegó con la porra al perro de Parra.

Y Parra le dijo a Guerra:

- ¿Por qué ha pegado Guerra con la porra

al perro de Parra?

Y Guerra le contestó:

- Si el perro de Parra no hubiera subido a la parra de

Guerra, Guerra no hubiese pegado con la porra al

perro de Parra.


El trapero tapa con trapos

la tripa del potro.


Un burro comía berros,

el perro se los robó;

el burro lanzó un rebuzno

y el perro al barro cayó.



Hugo tuvo un tubo,

pero el tubo que tuvo se le rompió.

Para recuperar el tubo que tuvo,

tuvo que comprar un tubo

igual al tubo que tuvo.


La chiquilla, con la lluvia,

a la villa lleva la llave.


 


No me mires que nos miran,

nos miran que nos miramos,

miremos que no nos miren

y cuando no nos miren

nos miraremos,

porque si nos miramos

descubrir pueden

que nos amamos.



Érase una vieja teca, meca, chiringorda, vieja y sorda.

Si la vieja no hubiese sido teca, meca, chiringorda, vieja y sorda,

tampoco sus hijos hubieran sido tecos, mecos, chiringordos, viejos y sordos.


La institutriz Miss Tres - tres

ha pegado un gran traspiés

por subir al tranvía treinta y dos

en lugar de al treinta y tres..


Si tu gusto gustara del gusto que gusta mi gusto,

seríamos los dos del mismo gusto.

Pero como tu gusto no gusta del gusto que gusta mi gusto,

menudo disgusto se lleva mi gusto

al saber que tu gusto no gusta del gusto que gusta mi gusto.


Chicos cuentan cuentos,

cientos de cuentos cuentan,

pero, a veces, no cuentan cuentos

que otros chicos sí que cuentan,

aunque al sumar las cuentas

estén al final contentos,

de contarse tantos cuentos.



Tres tristes trapecistas,

con tres trapos troceados

hacen trampas truculentas,

porque suben al trapecio

por trapos y no por cuerdas.


Pepe Peña

pela papa,

pica piña,

pita un pito,

pica piña,

pela papa,

Pepe Peña.


Luengas lenguas hacen falta

para no trabalenguarse.

El que no tenga una luenga lengua

bien podrá trabalenguarse.



En un tosco plato

comen tres tristes tigres trigo.

Un tigre, dos tigres, tres tigres.

Papá ornitorrinco y

sus cinco ornitorrinquitos

recorren rincones sequitos.

Las ruedas son redondas

de aquel ferrocarril,

las ruedas son redondas

para rodar sin fin.


De mañana y sin maña

la araña ñoña

la tela enmaraña.


 
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